Los orígenes de Granier se establecen en la panadería de barrio, de ahí el arraigo de la marca al comercio de proximidad y al oficio de panadero. En 1988 se abrió el Horno la Estrella, horno predecesor de Granier. Un negocio que fue creciendo y a través del cuál se fueron abriendo nuevas panaderías, hasta convertirnos en expertos y contar con un modelo de negocio propio.
Granier, que como marca nació en 2010, se define como una empresa que no tiene techo y cuyo corazón huele a pan recién hecho.
Granier es una empresa honesta, profesional y comprometida con su trabajo.
Nos caracteriza la calidad de nuestros productos y servicio, así como una inagotable capacidad de innovación. Somos una empresa de confianza, cercana y flexible.
Nos gusta liderar con el ejemplo y no nos da miedo el cambio. Elegimos bien a nuestros compañeros de viaje para ser los mejores.
En Granier pensamos que, si no se ha inventado algo mejor, para qué cambiarlo. A nosotros nos gusta la panadería de barrio, las personas que dan prioridad a la calidad y aquellos que actúan con vocación de servicio. Cuando entras en un horno debe oler a pan y hay que poder ver en las estanterías pan recién hecho, dorado y crujiente. Queremos que cada día los vecinos vengan a vernos, que pasen un rato con nosotros, que aprecien y disfruten de la calidad de nuestros productos, que se sientan cómodos y bien atendidos.
Nuestra forma de actuar refleja cómo somos y queremos que esa forma de ver las cosas sea palpable en todo lo que hacemos.